Siguiendo la pista de algunos de los egresados ​​de la Escuela Argentina de Naturalistas (EAN), llegamos al histórico y prestigioso Museo Argentino de Ciencias Naturales 'Bernardino Rivadavia' para descubrir la obra de Cynthia Bandurek, alguien que combina arte, ciencia y estética.

'Desde pequeña me he sentido fascinada por la naturaleza. A los 8 me pasaba horas pintando animales'. Cynthia sostiene un pincel entre los dientes mientras sostiene en sus manos un viejo cóndor andino disecado. Ambos constituyen una escena de equilibrista. Reconoce haber pasado horas leyendo libros de ecología bajo una sombrilla en la playa. No hace falta decir que su generación (ella como adolescente no fue la excepción) comenzó a sentir que algo malo estaba pasando en el planeta y (sintiendo) que algunas de las maravillas de este mundo estaban en peligro.

Este tema la impresionó. Se graduó y comenzó estudios de Ecología. No perdió el tiempo, como no lo hace ahora, acicalando las plumas del animal inerte que al cabo de un rato de restauración parece mirarla: 'Hemos rescatado antiguos fondos del museo. Estos animales de peluche tienen decenas de años, algunos casi un siglo. Esperamos que, de alguna manera, vuelvan a la vida y les den a los visitantes de la exhibición una ilusión”.

Mi licenciatura en ecología se convirtió en un trampolín para llegar a la Escuela Argentina de Naturalistas (EAN). 'No fue hasta que encontré la escuela que pude profundizar en estos temas. EAN fue para mí un lugar especial donde encontré personas que compartían mi pasión, un lugar que me abrió las puertas para tomar acción y lograr (cosas) en temas de conservación.'

Cynthia comenzó a trabajar en el Museo luego de estar en el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) – El Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas, donde se desempeñó como administrativa administrativa. 'Obviamente no quería tener ese puesto administrativo, pero me alegro de haber aguantado por un tiempo'.

Ni que decir tiene que posee una cierta visión de las cosas y por tanto esto le permite imaginar paisajes donde nunca antes había estado y en consecuencia trasladarlos a una pintura aplicando trazos de óleo y acrílico. En general son paisajes africanos, la sabana, familias de leones ('Me encantaría visitar África, solo su nombre hace volar mi imaginación'). Pero esta joven fotógrafa y pintora, que también es bailarina y acróbata en sus ratos libres, tiene la mente puesta en Argentina.

'Si queremos conservar hay que implicarse y ponerse las botas', afirma. Cynthia también participa en un proyecto de preservación de anfibios en la Reserva Natural Otamendi (Reserva Natural Otamendi) bajo la Administración de Parques Nacionales (Administración de Parques Nacionales) y contribuyó con su trabajo como asistente de campo para una investigación de dinámica poblacional en Butia Yatay en el Parque Nacional El Palmar (El Palmar). Parque Nacional Palmar), enclavado en un enclave de la Provincia de Entre Ríos.

También admite que las generaciones más jóvenes necesitan obtener más y mejor información sobre los problemas ambientales y prepararse para pasar a la acción. Con los recursos obtenidos en la EAN, Cynthia terminó involucrada en la Estación Biológica Corrientes, un proyecto museístico propio, en el que se proponen actividades de interpretación y educación ambiental para niños que estudian en escuelas rurales de la provincia litoral. .