Historias espeluznantes
La diversidad y las más variadas relaciones de las formas son el resultado de sus interacciones con el entorno y sus diversas situaciones. Esta carrera constante e interminable de los seres vivos por disputarse un lugar en la conquista de la vida ha permitido a la Naturaleza desplegar infinitas variantes en cada situación, ya que el tiempo se precipita inexorablemente en el camino de la evolución. El número astronómico de individuos permite una fuente inimaginable de pruebas, pruebas, errores y aciertos a los más variados problemas. Un laboratorio infinito dirigido por formas prácticamente diminutas anticipa la creación de todos los inventos posibles, ya sean imaginados o por descubrir. Y podemos descubrir las más extrañas historias ecológicas y ciclos de vida que parecen sacados de la ficción.
Una oruga no alcanzará a una mariposa. La avispa parásita corta la cutícula blanda de la oruga e inyecta en su cuerpo un lote de huevos. En esa cavidad prosperarán las larvas que nazcan, alimentándose de su propio vivero vivo. Cuando llegue su hora, la larva de la avispa saldrá al exterior, rompiendo la cutícula de su huésped por los flancos, y comenzará a tejer el capullo sobre la superficie de la propia oruga. Una vez que se completa la metamorfosis, las avispas han alcanzado la madurez y pueden irse, mientras que su anfitrión morirá irremisiblemente sin seguir su camino.
Si hablamos de una pelea entre dos, la oruga podría tener alguna posibilidad de ganar, pues tiene un sistema inmunológico capaz de encapsular y eliminar los huevos de la avispa invasora antes de que cause un daño permanente. Pero la avispa no lucha sola. Además de huevos, inyecta grandes cantidades de partículas virales. Esa infantería viral neutraliza muy pronto la respuesta inmune, decantando a los fieles de la balanza a favor de la descendencia de la avispa. La oruga, parasitada, deja de alimentarse, no crisálida y muere prematuramente.
Este gorgojo tiene un hongo que crece dentro y fuera de él. Algunos de estos hongos actúan como parásitos, y pueden cambiar el comportamiento del insecto y llevarlo a un lugar con las condiciones ambientales que necesita para producir la estructura de reproducción y luego dispersar sus esporas… y el ciclo comienza de nuevo en otro insecto.
Aquí una avispa muerta e infectada por hongos cordyceps… un hongo parásito… los insectos que son infectados se llaman “Zombies” en ese caso ZOMBIE WASP…porque el hongo ejerce su control mental a través de compuestos bioactivos que interfieren con el sistema nervioso de la víctima…
Y no somos los únicos que sufrimos con mosquitos y otros insectos similares mientras estamos en las selvas. Puedes ver este saltamontes con ectoparásitos, como los ácaros.
